Se acaban las vacaciones. Aparece marzo. Que los uniformes de los niños. Los útiles. Las matriculas. O volver a clases. Despertarse temprano. Volver al trabajo. La rutina…
Son tantas cosas. Se pone el sol, se empieza a despedir el verano y lentamente, o rápidamente en este caso, se acaba la risa. El buen humor se reemplaza por el desgano y la nostalgia. Los ánimos se caldean.
Pero en ningún lugar el fin del verano fue tomado tan mal como en Antofagasta donde nadie entiende como se desató esta feroz pelea supuestamente entre chilenos y colombianos. Tómenselo con calma.