Secciones
Actualidad

Alemania se cansó de los antivacunas: multas de casi dos millones a padres medievales ante brote de sarampión

El proyecto haría obligatoria la vacuna a partir del 1 de marzo de 2020 y todo niño que no tenga sus vacunas al día podría ser expulsado del colegio o sala cuna.

Alemania se cansó. El titular de Sanidad, Jens Spahn, defendió la obligatoriedad de vacuna contra el sarampión en menores, analizando aplicar multas de hasta 2.500 euros (casi dos millones de pesos chilenos) a los padres que no inoculen a sus hijos.

“Precisamente se trata de proteger la integridad de los niños, que no pueden decidir por si mismos, pero que con una vacuna contra el sarampión pueden quedar protegidos de una enfermedad muy, muy peligrosa y también muy contagiosa”, dijo en declaraciones recogidas por La Vanguardia.

El proyecto haría obligatoria la vacuna a partir del 1 de marzo de 2020 y todo niño que no tenga sus vacunas al día podría ser expulsado del colegio o sala cuna.

Según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, el 93 % de los niños en Alemania están completamente inmunizados contra el sarampión, es decir, han obtenido la primera y la segunda vacuna necesarias, un 2% menos de lo necesario para erradicar la enfermedad. Asimismo, se estima que en el país alrededor de 600.000 personas no están debidamente vacunadas, siendo de ellos unos 361.000 niños en centros educacionales.

Notas relacionadas







Ojo al Charqui: Durazneándola

Ojo al Charqui: Durazneándola

El durazno simboliza la época feliz del año. Calor, terrazas y vino helado. El durazno chorreado en la mano de un niño, tartas de nectarines, y sobre todo el magnífico vino con fruta, el Clery, que queda inmejorable con duraznos pelados y es mucho más rico que con frutillas.

Juan Diego Santa Cruz
Libertad como decisión diaria

Libertad como decisión diaria

El Nobel otorgado a María Corina Machado es una invitación a mirar con mayor detenimiento lo que ocurre en la región. No como un ejercicio comparativo superficial, sino como un recordatorio del deterioro institucional que puede instalarse silenciosamente cuando se normalizan discursos que minimizan el autoritarismo y demonizan a quienes lo denuncian.

Foto del Columnista Bárbara Bayolo Bárbara Bayolo