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Hidroaysén fue inteligente

Hidroaysén fue inteligente pues quiso convencer que toda energía hidroeléctrica es limpia y renovable. Pero, ¿acaso la inundación de zonas prístinas, como la Patagonia chilena, es limpio y renovable? ¿Construir una muralla –con todo aquello que significa construirla– para cubrir dos de los ríos más caudalosos del país, es limpio y renovable?

Hidroaysén fue inteligente. Las empresas Colbún y Endesa intentaron asociar su proyecto con el discurso de la hidroelectricidad; ese que nos dice que utilizar el agua como fuente de energía es algo limpio y renovable. Pero, ¿es estrictamente toda energía hidroeléctrica limpia y renovable?

Definir si la hidroelectricidad es una energía limpia y renovable nunca fue discutido. O al menos eso siempre intentó la campaña comunicacional de Hidroaysén. Asoció su imagen con los conceptos de limpio y renovable propios de cierta hidroelectricidad. Si analizamos esto desde la propuesta del francés Michel Foucault, Hidroaysén intentó convencer a través del discurso. Allí, según Foucault, yace el poder; en su capacidad de esconderse, de pasar desapercibido. El poder está detrás de aquello que nos parece lógico, de sentido común y que es dado por hecho; sin detallar en su significado.

Hidroaysén fue inteligente pues quiso convencer que toda energía hidroeléctrica es limpia y renovable. Pero, ¿acaso la inundación de zonas prístinas, como la Patagonia chilena, es limpio y renovable? ¿Construir una muralla –con todo aquello que significa construirla– para cubrir dos de los ríos más caudalosos del país, es limpio y renovable? ¿Instalar una línea de transmisión que cubriría todo el sur de Chile (casi 2 mil kilómetros) es limpio y renovable? Para muchos, como François Schneider, proponente del concepto de ‘De-crecimiento’, Hidroaysén no cumple con las características de las cuales se apropió: limpio y renovable. Pero eso no importaba, lo que importaba para los ejecutivos de Colbún y Endesa, como estrategia comunicacional, era seguir asociando Hidroaysén con el discurso de fuente hidroeléctrica estable, eficiente, competitiva, limpia y renovable.

La estrategia fue efectiva en la administración pública. Hidroaysén fue aprobado por todas las etapas legislativas vigentes. Obtuvo Resolución de Calificación Ambiental en 2011, y hasta la Corte Suprema resolvió a favor de este proyecto. Pero más importante aún, logró permear parte de su discurso al documento ‘Estrategia Nacional de Energía 2012-2030’ (ENE); la política energética chilena lanzada por Sebastián Piñera en febrero de 2012. Revisar ese documento es encontrarse, nuevamente, con los conceptos que Hidroaysén intentó asociar a su proyecto. La hidroelectricidad es enunciada como un eje primordial para desarrollar una matriz limpia.

La alusión en ese documento a Hidroaysén es evidente. La ENE 2012-2030, aseguraba que la administración Piñera estaba comprometida a aumentar la participación de proyectos hidroeléctricos del orden del 45-48% (¿qué otro proyecto más grande que Hidroaysén podría ayudar a alcanzar eso?). Además, anunciaba la exhaustiva fiscalización a las medidas compensatorias de posibles proyectos energéticos. Cito ‘se desarrollará un plan especial para resguardar ampliamente la Patagonia chilena, permitiendo extender la protección y la exclusión de iniciativas de generación y transmisión en inmensas zonas de recursos de excepcional condición’.

Ese mismo documento dice que ‘el desafío de Chile hoy es contar con recursos energéticos suficientes y competitivos para apoyar el desarrollo’. Hidroaysén fue inteligente al encontrar cabida en una administración que puso especial énfasis, como dice la ENE, en el desarrollo. Pero, ¿qué significa ser un país desarrollado? ¿Significa que seremos más ricos? ¿Significa que seremos más felices? O ¿tiene la palabra desarrollo otro significado? Volviendo a Foucault,  el uso de conceptos que se dan por sentado, o que apelan al sentido común no es azaroso; detrás hay una ideología.

Aunque tuvo éxito en la pasada administración, la campaña comunicacional de Hidroaysén no convenció a la ciudadanía. ¿Qué importancia tuvo Patagonia Sin Represas en este resultado? Mucha. Volcó en 2011 a cientos de miles de personas a las calles, logró que miles de autos tuvieran un sticker pegado en su ventana, y generó una presión social que hizo al proyecto políticamente inviable para los ministros de la Presidenta Bachelet. El discurso de Patagonia Sin Represas no sólo fue reactivo a la iniciativa de Colbún y Endesa, también fue propositivo. Logró poner en agenda la discusión de nuevas fuentes de energía, tales como las Renovables No Convencionales. Ese discurso sí fue exitoso políticamente ¿Qué ideologías hubo detrás de él? Eso es material para otra columna.

 

Jota Loyola Crovetto

@Jota_Loyola

(*) Este análisis es parte de la tesis en desarrollo para optar al grado de Magíster en Políticas Públicas. Universidad de Bristol, Reino Unido.

Link ENE 2012-2030:

http://www.minenergia.cl/estrategia-nacional-de-energia-2012.html

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