Las múltiples varazones de distintas especies marinas en las playas del país se volvió una tendencia sin precedentes. Al de langostinos en Arica, al de machas y medusas en Chiloé, al de sardinas en Queule, ahora se sumó anchovetas en Mejillones.
Expertos atribuyeron el evento a la intensa presencia del fenómeno climático El Niño, producto del cambio climático, el cual se caracteriza por movilizar aguas cálidas, algo que afecta directamente a la fauna.
En las tres últimas semanas se acumularon más de tres toneladas de peces muertos en la bahía. Ello se comprobó luego que pescadores artesanales se sumergieran a 20 metros de profundidad y constataran las anchovetas varadas en el fondo del mar.
Aunque hasta ahora se descarta la intervención de terceros, los pescadores del lugar advierten que la situación es muy inusual.