Según cifras entregadas por el Ministerio de Energía, los capitalinos consumen 440.105 metros cúbicos estéreo -unidad de medida que corresponde a una pila de leña circunscrita a un cubo de un metro de largo, un metro de ancho y un metro de alto, incluyendo los espacios de aire entre los trozos de leña-.
Lo anterior es utilizado por 145.570 hogares, es decir tiene una penetración del 7%. El investigador y académico del Instituto Forestal de la Universidad Austral, René Reyes, explicó a Emol que eso quiere decir que “si la leña fuera de eucalipto, ese volumen equivaldría a unas 800 o mil hectáreas con árboles de 15 años plantados en la zona central de Chile. O sea que es lo mismo a decir que el consumo equivale a mil canchas de fútbol o la mitad de la comuna de Santiago”.
El experto indicó que “para muchas familias es simplemente imposible reemplazar la leña por otro combustible. Son muy caros” y señaló que la real solución tiene que ver más bien con mejorar la aislación térmica de las viviendas.
El Gobierno anunció que a partir del 2017 quedará absolutamente prohibido usar la leña como calefacción. Su argumento: aporta más de un tercio de emisiones contaminantes.
