¿El diablo viste a la moda… o de demócrata?
Hoy algunos se visten de verde, otros de animalistas, otros de pueblo. Pero hay una prenda que nunca pasa de temporada: la democracia; tal como la chaqueta de tweed de Chanel. Solo que, para algunos, no es más que un disfraz contingente. Para otros, siempre ha representado una forma civilizada de vivir y convivir. Y ahí está el punto: la democracia no es un accesorio, ni una consigna más.
Williams Valenzuela