Más de un millón de huevos han sido decomisados este 2025, en medio de un intenso contrabando desde Bolivia hacia Chile y que mantiene preocupadas a las autoridades.
En nuestro país, esta situación se ha convertido en una seria preocupación tanto para las autoridades de salud como para los gremios del sector agrícola, que consideran esta práctica una amenaza real para la salud pública y para la estabilidad del sistema productivo del país.
En ese contexto, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, informó que han “aumentado mucho los decomisos porque hay mayor control”, aunque advirtió que “como estamos en un altiplano poroso, se requieren otros controles. Además, es muy importante el control en los mercados mayoristas”.
Debido a lo anterior, es fundamental reconocer cuándo un huevo es de buena calidad y cuándo no cumplen con las normas sanitarias, ya que podría poner en peligro tu salud y la de tu familia.
Aprende a reconocer los huevos que están en buen estado
En conversación con EL DÍNAMO, Beatriz Arteaga, Directora de la Escuela de Enfermería y TNS en Enfermería Universidad de Las Américas, explicó que como primera medida “los huevos siempre deben ser almacenados o conservados en el refrigerador, idealmente en el envase original y lejos de alimentos con olores fuertes”.
“Además, debemos cocinarlos o cocerlos muy bien antes de comerlo, especialmente las embarazadas, niños y las personas que tienen problemas inmunitarios, porque de esa forma podemos evitar enfermedades como por ejemplo la salmonellosis”, añadió.
En cuando a cómo identificar los huevos que están en mal estado, la profesional de Las Américas, entregó las siguientes recomendaciones:
- Lo primero que debo que hacer es mirar el huevo y hacer una inspección visual de la cáscara que debe estar sin roturas, sin fisuras, ni grietas, debe estar limpia.
- No debe tener restos de deposiciones de la gallina.
- El huevo debe estar liso y sin ninguna fisura, porque estas fisuras pueden permitir el ingreso de microorganismos.
- Si tienes dudas, realiza la prueba del agua. Introduce el huevo en un recipiente con agua, idealmente transparente para ver bien el huevo, y si el huevo baja y no flota, se hunde completamente y queda en posición horizontal, significa que está fresco. Sin embargo, si este flota y no se hunde totalmente, indica que ha acumulado gases por descomposición interna, por lo tanto, no es apto para el consumo humano y se tiene que descartar o desechar.