Se echaron a correr 1.500 libros en un total de 50 kioskos. Así se convirtieron en puntos de trueque, iniciativa que se estrenó en el Día del Suplementero el pasado 25 de mayo.
La iniciativa surgió del Plan Nacional de la Lectura que depende del Ministerio de Cultura y aunque por ahora está funcionando solo en Santiago, pretende replicarse en regiones. Y con ello incentivar la lectura en distintos segmentos.
Cada kiosko cuenta con 30 libros de distintos géneros y para distintas edades. Pero todo aquel que se acerque y pida uno debe dejar otro a cambio. Las comunas beneficiadas con la medida son Santiago, Talagante, Maipú, Estación Central, La Florida, La Reina, Lo Prado, Melipilla, Ñuñoa y Pudahuel.
