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Todo lo que debes saber sobre el Punto G masculino

Como es sabido a estas alturas del milenio, no toda la excitación sexual proviene de lo genital, y antes de explorar estos territorios será necesario despejar las barreras culturales que hacen a los hombres heterosexuales pasar por alto este capítulo del auto conocimiento.

Si el punto G de las mujeres sigue teniendo ribetes mitológicos, el de los hombres  entra con toda propiedad en la categoría de tabú, aunque, a diferencia  del femenino,  las controversias sobre su existencia son menores, ya que, salvo en el caso de una intervención quirúrgica, todos los hombres tienen próstata.

Efectivamente, como es sabido a estas alturas del milenio, no toda la excitación sexual proviene de lo genital, y antes de explorar estos territorios será necesario despejar  las barreras culturales que hacen a los hombres heterosexuales pasar por alto este capítulo del auto conocimiento.

En realidad, esta zona erógena de la anatomía masculina recibe el nombre de punto P, por la próstata, y es que tiene mucho que ver con la estimulación de la misma.

Las sensaciones que puede provocar la estimulación de esta zona,  cómo todo, van según los gustos. Hay quienes lo perciben como algo molesto e incómodo, quienes lo usan para aumentar la sensación del orgasmo durante la masturbación o el sexo oral, o quienes estimulándose exclusivamente esta zona obtienen una gran fuente de placer.

Descubre “más abajo”, todos los detalles necesarios, para al menos conocer en teoría de qué se trata este asunto a través del artículo de Silvia Carpallo en El País.com

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Daniel Lillo