La joven llamada Anna Urso de 18 años, decidió que quería sacarse una “selfie” inolvidable que de seguro ganaría cientos de “Me gusta” en Facebook. Para ello se recostó sobre el techo del tren, siempre posando, y levantó una pierna, la cual lamentablemente pasó a tocar un cable que transmitía 27 mil voltios.
Una potencia más que suficiente para fulminar a una persona “Se convirtió en una bola de fuego“, señaló el diario inglés The Mirror. A pesar de ello una persona que pasaba por el lugar intentó socorrerla, logrando sacarle la ropa en llamas, para llevarla al hospital, donde fallecería producto de las quemaduras.

Una amiga sobreviviente, quien también había subido a la máquina, pero que había salido expulsada por la explosión, señaló que Anna “sólo quería tener la mejor selfie del mundo y no se dio cuenta del peligro que implicaba” afirmó.