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Bótox capilar, la nueva tendencia para no lavarse el pelo

La técnica no es del todo nueva, pero en los últimos meses ha cobrado fuerza y hoy en día son varias las que se han atrevido a inyectarse bótox en el cuero cabelludo.

Es una de las nuevas tendencias en el mundo de la estética que ha llegado a las peluquerías y para quedarse. Se acabaron los costosos tratamientos para lucir un cabello sedoso, con brillo y sin fritz. Ahora lo que se lleva es el bótox capilar.

La técnica no es del todo nueva, pero en los últimos meses ha cobrado fuerza y hoy en día son varias las que se han atrevido a inyectarse bótox en el cuero cabelludo con el fin de evitar que éste se ensucie tanto o sude.

El bótox es conocido en la cosmética por reducir o hacer desaparecer las arrugas del rostro. Su aplicación además contribuye a reducir la hiperhidrosis, afección por la que algunas personas generan sudor en manos y axilas de forma impredecible. El bótox obstruye las señales químicas de los nervios que causan el sudor, es por eso, que esta técnica suma cada vez más seguidoras.

Su uso en tratamientos capilares sirve para regenerar el pelo dañado por el sol, la polución y las tinturas. Está fabricado a base de colágeno, componente que también tiene el cabello, por lo que su utilización devuelve la vitalidad al mismo y regenera la fibra capilar dotándola de una hidratación profunda.

Se puede emplear en todo tipo de pelo, liso, crespo o fino, y existen dos modos de aplicarlo. Uno es su inyección en el cuero cabelludo y otro es su aplicación directa, similar al tratamiento a base de keratina. Luego del lavado el cabello, se mezcla el bótox que viene en ampollas, y se aplica fibra por fibra desde la raíz hasta las puntas. Después de 15 minutos, se lava el pelo pero sin retirar todo el producto y se peina alisando el cabello.

Este nuevo tratamiento dura aproximadamente un mes y no necesita mayores cuidados y a diferencia de la keratina. Tras su aplicación, el cabello puede ser lavado al día siguiente.

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