Ciera Swaringen es una joven estadounidense de 19 años que nació con extrañas manchas en todo su cuerpo, incluyendo su rostro.
Esta adolescente fue diagnosticada con nevo melanocítico congénito gigante, es decir, lunares de gran extensión, que en su caso abarcan el 70% de su piel.
Si bien esta condición no es peligrosa para su salud en el corto plazo, desde pequeña debió hacer frente al bullying de los demás niños.
“Un día, me acuerdo de estar en el autobús escolar y escuchar a un niño riéndose de mí y llamarme ‘perro con manchas’. Eso realmente me afectó”, contó al diario Daily Mail.
Sin embargo, Ciera aprendió a tener una visión positiva de su situación y sostuvo que “con el tiempo he aprendido a ignorar los comentarios negativos y recordar que la mayoría de las personas miran y dicen cosas crueles porque no están acostumbradas a ver a alguien con mi condición”, el cual afecta a 1 de cada 500.000 personas.







