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Increíble: la cancha dejó de dar bote en el Abierto de Australia

 

La ley de gravedad no es algo que nos tengamos que poner a discutir en alguna nota deportiva. Pero en este caso apareció en gloria y majestad. Porque cuando uno juega en la elite del tenis mundial, lo último que tiene que preocuparse es del estado de la cancha. ¿O no?

 

 

La ley de gravedad no es algo que nos tengamos que poner a discutir en alguna nota deportiva. Pero en este caso apareció en gloria y majestad. Porque cuando uno juega en la elite del tenis mundial, lo último que tiene que preocuparse es del estado de la cancha. ¿O no?

 

Pasa que ayer, mientras María Sharapova hacía el calentamiento minutos antes de jugar un partido válido por la tercera ronda del Abierto de Australia, la tenista rusa sintió que el suelo de la cancha estaba raro. Según dijo después, pensó que era algo en sus zapatillas.

 

Pero no. Cuando fue a picar la pelota, esta se quedó pegada en el piso. Como si fuera una roca. Ante esto, la jueza principal del partido baja de su asiento, y va a hacer la prueba: lo mismo.

 

Lo que sucedió es que el calor afectó las esponjas que van debajo de la cancha, por lo que hubo que esperar 20 minutos para que la arreglaran, haciendo unos pequeños hoyos con un taladro, de forma que botara la presión acumulada.

 

Pasada esta extraña situación, la rusa pudo jugar su partido y ganar por 4-6, 6-4 y 6-4.

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