Ayer enloquecimos con el supuesto Facebook de Wilmar Roldán, arbitro colombiano que pitará la final de la Copa América, en el que posteaba fotos sonriente junto a comentaristas trasandinos y entusiastas arengas hacia la selección argentina. Resultó ser falso. Se supone. Todavía no hay ningún desmentido oficial. Sin embargo, apareció otro antecedente que nos tiene con los intestinos dados vuelta.
Año 2012. 14 de junio. Minuto 66 del primer partido de semifinales de la Copa Libertadores del año 2012. Boca Juniors le ganaba 2 a 0 a la Universidad de Chile. Juan Román Riquelme pica por la banda izquierda. Osvaldo González lo cruza y le comete falta. Discutible si fue falta o no. Discutible si ameritaba amarilla o no. Lo que es derechamente insólito es la forma en que Roldán amonesta a González. Primero pita la falta. Se acerca a Riquelme que le reclama con los dedos que ya van tres faltas del chileno. A Roldán le cambia la cara y decide ponerle cartulina amarilla, haciendo exactamente el mismo uno, dos, y tres, a González. El partido terminó 2 a 0. Después en el de vuelta empataron a cero y la U quedó eliminada.
Quizá eso no hubiese cambiado nada, pero la jugada es más rara que perro con tres colas.
