En 2014, Argentina llegó a la final de la Copa del Mundo con Alemania. La perdieron. El 2015 jugaron la final en contra de Chile en el Estadio Nacional. Y no solo la perdieron, sino que fallaron casi todos los penales y el disparo de uno ellos, el de Higuaín, sigue en la órbita espacial. Conclusión: pese a su calidad de jugadores, hasta ahora, esta generación argentina no ha podido manejar la presión de jugar finales.
Y sin ayudar mucho, Diego Armando Maradona, que sí supo de ganar campeonatos, dio una dura advertencia a los jugadores argentinos que de seguro no les servirá para relajarse ante la final del domingo. “Claro que ganamos el domingo…. Y si no ganamos, que no vuelvan“, dijo el autor de la “mano de Dios”.
El ex futbolista es considerado en Argentina como una deidad y para muchos su palabra es ley. Pero con esa presión, Higuaín tirará la pelota a otra galaxia.