Colo Colo de Salas fue superado por Universidad Católica
El partido de hoy se parece más a lo mostrado con Héctor Tapia que a lo que pretende el nuevo técnico: Casi no se generó situaciones de gol.
Por Redacción EL DÍNAMO
El Colo Colo de Mario Salas no toma forma. Ante Estudiantes de La Plata y Unión Española había mostrado algunas ráfagas de buen fútbol, pero hoy fue claramente superado por Universidad Católica en la Copa Viña del Mar y sumó su tercera derrota al hilo. El 3-1 con el que acabó el encuentro no le hizo justicia a la supremacía de los precordilleranos.
Tras un inicio favorable para los albos, el último campeón tomó el mando del partido. Luciano Aued, César Fuentes y Jaime Carreño construían el juego en la mitad de la cancha. Edson Puch y el “Chapa” Fuenzalida volaban como lanzas por las orillas. La recompensa llegó a los 15’. Tras un córner, Fuentes cogió un rebote a la entrada del área y disparó un misil que dejó sin opción a Brayan Cortés.
El gol no bajó las pulsaciones del elenco cruzado. Cortés estuvo enorme para ponerle las manos a un trallazo de Juan Cornejo a los 22’ y tres minutos después le sacó un cabezazo a quemmaropa al “Sacha” Sáez.
El Cacique estaba atorado, era incapaz de sostener la pelota en campo rival. Branco Provoste y Carlos Carmona eran desbordados una y otra vez. Jorge Valdivia no podía romper la cadena de sus custodios. Esteban Paredes flotaba como un barco a la deriva.
Sin fútbol, los de Pedrero apelaron a su orgullo. Con Gabriel Costa como bandera, poco a poco se fueron acercando al arco de Matías Dituro. Óscar Opazo y Gabriel Suazo, los laterales, pasaron al ataque, pero les faltó finura para terminar las jugadas.
A la vuelta de camarines, los dirigidos por Mario Salas recibieron otro palo. Sáez aguantó la pelota, giró y tocó con Aued. El ex Racing metió un centro preciso para que Fuenzalida, con el arco a merced, pusiera el segundo a los 48’.
La UC pasó a defenderse con la posesión. Cada vez que aceleraba, parecía que podía sentenciar el duelo. Colo Colo, en tanto, no mostraba movimientos ni arrebato individual para hacerle daño.
A tres minutos del final, Esteban Paredes se zambulló y consiguió el descuento. Sin embargo, la esperanza de un empate se esfumó rápido. Tras una rápida transición, César Munder recibió en la esquina izquierda del área y la clavó en el ángulo a los 90’. Fue el golpe definitivo.
La preocupación se tatuó en los rostros de Salas y de sus jugadores. El partido de hoy se parece más a lo mostrado con Héctor Tapia que a lo que pretende el nuevo técnico. Casi no se generó situaciones de gol. Falta mucho para que las ideas del “Comandante” triunfen.
