Secciones
Deportes

Multa y reducción de aforo: el castigo de la FIFA a Chile en su despedida de las Clasificatorias 2026

Chile deberá pagar una millonaria multa y tendrá una reducción del aforo ante Uruguay.

El Comité Disciplinario de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) le aplicó un severo castigo a Chile, a raíz del comportamiento de los hinchas de La Roja en el partido ante Argentina, por las Clasificatorias al Mundial 2026.

De acuerdo con lo dispuesto por el organismo, a raíz del comportamiento racista y discriminatorio de sus hinchas en el duelo del 5 de junio ante la Albiceleste, Chile fue sancionado con el pago de una millonaria multa, además de una severa reducción del aforo para el partido ante Uruguay, fijado para el próximo martes 9 de septiembre, en el Estadio Nacional.

En concreto, el órgano rector del fútbol mundial castigó a Chile con una multa de 115.000 francos suizos ($ 138 millones), a lo que se suman otros mil francos suizos ($ 12 millones) por el lanzamiento de fuegos artificiales.

El otro castigo de la FIFA a Chile por el racismo de los hinchas

A la millonaria multa, la FIFA sumó un castigo respecto de la cantidad de público que podrá asistir al duelo ante la Celeste que adiestra Marcelo Bielsa, por la última fecha de las Clasificatorias al Mundial 2026 que se disputará en Chile.

Según dispuso la FIFA, para ese partido se redujo en un 50% el aforo del Estadio Nacional en la despedida de La Roja del proceso.

En principio, ante la Celeste el Estadio Nacional tendrá solo 24.400 asientos disponibles y se bloqueará tanto la Galería Norte como la Galería Sur detrás de los arcos.

Pese a que la ANFP apeló del fallo, desde la FIFA lo ratificaron y aludieron a una conducta repetida por parte de los hinchas de La Roja, ya que en enero de 2024 Chile recibió una sanción similar, que debió cumplir ante Bolivia.

Notas relacionadas








Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen