Totalmente repuesto de una afonía, pero con los efectos aún del hematoma que le causó ayer una caída, Mario Vargas Llosa está ofreciendo su discurso en la Academia Sueca, donde hoy recibe el premio Nobel de Literatura. El texto se titula Elogio de la lectura y la ficción. Son 19 páginas de discurso. Comienza explicando lo que ha significado la lectura en su vida: “La lectura convertía el sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura”, cuenta Vargas Llosa, quien recuerda a su madre “que solía emocionarse y llorar leyendo los poemas de Amado Nervo y de Pablo Neruda”. Siga leyendo esta nota en El País.
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