Robbie Williams no pasa por su mejor momento. ¿El motivo? El cantante ha sufrido una intoxicación alimenticia grave que no le permitirá acompañar a Take That en sus conciertos por Europa.
El pasado sábado, terminó ingresado en el hospital después de comer langosta a la parrilla con ensalada y salsa de ajo. Por dicha cena se suspendió el concierto previsto para Copenhague. Al parecer, durante el día el cantante, de 37 años, se sintió cada vez peor y vomitó repetidamente.
El cantante publicó en su página web una foto en la que aparece postrado en una camilla convaleciente y con mal aspecto. En ella, tranquiliza a sus fans: “Hola gente. Gracias por sus mensajes y el amor. No estoy completamente fuera de peligro, pero me siento mucho mejor. Me siento mal por ustedes y toda la gente involucrada en la gira. Lo siento mucho. Aquí estamos mi suero y yo”, explicó en su blog para justificar la suspensión del concierto.
Take That envió un comunicado a sus admiradores explicando lo sucedido: “Estamos devastados por la cancelación del ‘show’ de Dinamarca. Es el primer concierto que hemos tenido que cancelar en nuestra carrera como banda. Fue una decisión difícil de tomar y, de hecho, no lo hicimos hasta el último momento”.
Un recuerdo de Take That con Robbie Williams, Back for good
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