Entrar en el Rock and Roll Hall of Fame implica 25 años de trayectoria musical y hoy la banda “grunge” Nirvana recibió tal honor cumpliendo ese requisito pero sintiendo la gran ausencia de su líder, el malogrado Kurt Cobain.
Joan Jett, tal y como se había rumoreado no sin voces discordantes, sustituyó en el directo del tema “Smells like Teen Spirit” a Cobain, quien marcó a la juventud de los ’90 con su reinvención del malditismo con canciones como “The man who sold the world” o “Entertain us” y quien se suicidó hace 20 años.
Su viuda, Courtney Love, odiada por muchos fans de Cobain como los de John Lennon odiaron a Yoko Ono, no quiso perderse una ceremonia en la que la banda de rock Kiss también fue laureada.
Reconocida solo en su formación original y casi irreconocible sin su maquillaje facial blanco y negro, Kiss entró por fin en el Rock and Roll Hall of Fame después de 40 años de trayectoria en una gala en la que también recibieron este honor Cat Stevens y Peter Gabriel, la E Street Band, Darryl Hall y Joan Oates, Linda Rondstadt, Andrew Lood Oldham y Brian Epstein.
Cat Stevens (ahora bajo el nombre de Yusuf Islam) y Peter Gabriel hicieron sonar como si no hubiese pasado el tiempo algunos de sus clásicos y mientras el primero era presentado por Garfunkel, Gabriel tuvo a Chris Martin como “sacerdote” en uno de los ritos, pese a todo, más venerados de la parroquia rockera.
Bruce Springsteen, que ya había recibido este honor en 1999, quiso ver como su eterna e igualmente legendaria comparsa, la E street band, era reconocida por fin, después de que muchos apuntaran la injusticia de que no fuera incluidos hace 15 años.
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