Uno de los temas más polémicos que se vivieron en Gran Hermano fueron las agresiones sufridas por Bigote, la mascota de la casa-estudio, a manos de participantes como Fernando Altamirano o Lucas Crespo.
Y es que el hecho fue de tal gravedad, que incluso Brownie, el perro del presidente Gabriel Boric, expresó su rechazo por este tipo de episodios.
Esto, ya que Altamirano espetó “Gran Hermano, ¿cómo se vería tu reality con un perro muerto?”, agregando “¿y si lo tiramos a la parrilla?”. Por su parte, Crespo le apretó el hocico, generando la molestia de Bigote.
Así, Brownie planteó en redes sociales que “el maltrato animal JAMÁS debe ser menospreciado, muy por el contrario, debe ser sancionado. El comportamiento de los participantes, y su continuidad en el programa solo dan señales de incentivo respecto al maltrato animal y la tenencia irresponsable”.
“No podemos ni debemos tolerar amenazas de muerte a los animales de compañía, mucho menos cuando Bigote no tiene otro lugar a donde recurrir”, indicó.
Ante esto, Gran Hermano solo advirtió a los participantes que si continuaban con este tipo de actitudes, tomaría medidas más drásticas.
Esto no gustó en redes sociales, donde se cuestionó la decisión de producción, recordando que en el caso de Francisco, quien estuvo en placa sin poder ser salvado por un micrófono que cayó a la piscina.
