Con incomodidad y rechazo reaccionaron las estrellas de Hollywood a la irrupción de Tilly Norwood, la primera actriz generada por IA y que este año debutó en un corto de dos minutos llamado AI Commissioner.
Desde que el estudio Xicoia, fundado por la actriz y comediante Eline Van der Velden, lanzó el proyecto, la industria cinematográfica estadounidense ha estado atenta a esta nueva irrupción de la inteligencia artificial.
El corto protagonizado por Tilly Norwood despertó el interés de agencias de representación y ejecutivos de los grandes estudios, pero generó resistencia entre los actores de Hollywood, cuyo sindicato incluso había realizado una huelga en 2023 para, entre otros temas, limitar el uso de la IA en las producciones.
El estudio Xicoia, por su parte, pretende convertir a la actriz creada con IA en un referente cultural, que genere cercanía con el público y participe en diversos proyectos comerciales.
Estrellas de Hollywood rechazan a la actriz creada con IA
Varias estrellas de Hollywood se han manifestado ante la irrupción de Tilly Norwood. Por ejemplo, Melissa Barrera, de la saga Scream, pidió boicotear a cualquier representante que firme con la actriz creada por IA.
Por su parte, Emily Blunt calificó la aparición de Norwood “aterradora” y pidió que “por favor, dejen de arrebatarnos nuestra conexión humana“.
“No se trata de una actriz, por más que lo intenten“, manifestó Nicholas Alexander Chavez, protagonista de la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez.
En tanto, Mara Wilson recordó que el avatar se hace con múltiples rostros femeninos combinados con algoritmos y preguntó: “¿No podían dar oportunidades reales a esas mujeres en lugar de fabricar un reemplazo?“.
El Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) recalcó que “Tilly Norwood no es una actriz, es un personaje generado por un programa informático que se entrenó con el trabajo de innumerables intérpretes profesionales, sin permiso ni compensación”, y enfatizó que “carece de experiencia vital, no tiene emociones y, por lo que hemos visto, al público no le interesa ver contenido generado por computadora sin conexión con la experiencia humana“.