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Homenaje a Rob Reiner, el director de nuestros sueños

Nuevamente la tragedia enluta a Hollywood, esta vez con la muerte de uno de los cineastas más queridos por los amantes del cine. Autor de “Cuando Harry conoció a Sally”, “Stand by Me” y “La princesa prometida”, Reiner deja un legado imperecedero para quienes crecieron en los 80 y 90.

“Mi nombre es Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre. Prepárate para morir”. Esa es quizás una de las frases más recordadas por quienes vieron alguna vez “La princesa prometida”, en la que un famoso espadachín busca venganza por el asesinato de su padre. Hoy, muchos amantes del cine recuerdan esta línea tras enterarse del aparente parricidio del director Rob Reiner y su mujer en la ciudad de Los Ángeles, California.

Reiner, que tenía 78 años, saltó a la fama a comienzos de la década de 1970 como actor interpretando a Meathead, en la serie estadounidense “All in the Family”, tras lo que se transformó en un director sumamente versátil con el falso documental “Spinal Tap” (1984), la cinta sobre la adolescencia “Stand by Me” (1986), el ya mencionado clásico infantil “La princesa prometida” (1987), la comedia romántica “Cuando Harry conoció a Sally” (1989), y el drama “Cuestión de honor” (1992).

A través de toda su carrera, Reiner siguió trabajando como actor tanto en cine como televisión, siendo uno de los pocos miembros de Hollywood que dirigía y también actuaba frente a la cámara. Por otra parte, era un incansable promotor de causas liberales como el matrimonio igualitario.

En “Spinal Tap” Reiner realiza un falso documental que se burla de las bandas de heavy metal.

Nacido en una familia del show business, su padre Carl fue el creador del célebre “The Dick Van Dyke Show”, mientras que su madre Estelle fue una actriz y cantante. Luego de salir del colegio, Reiner creó su propio grupo de improvisación antes de lograr el papel en “All in the Family”, la que se transformaría en una de las series más recordadas de los Estados Unidos. Gracias a su papel de cuñado del protagonista, ganó dos premios Emmy, además de una educación al pasar mucho tiempo entre guionistas y directores.

Seis años después de dejar la serie debutó como director con “Esto es Spinal Tap”, un mocumentary sobre una banda de rock inglesa que se transformó en un clásico de culto. Al poco tiempo después adaptó la novela de fantasía y aventuras “La princesa prometida”, la que mezclando sátira, acción y romance logró el aplauso de la crítica. De esta cinta diría que “tiene distintas cosas que son parte de mi personalidad. Definitivamente hay un lado satírico en mí, y también uno romántico, y también uno más realista”.

“La princesa prometida”, protagonizada por Cary Elwes, Robin Wright, Billy Cristal y Mandy Patinkin.

En 1989, Reiner se unió a la guionista Nora Ephron para dar vuelta a sus propias experiencias en el mundo de las citas románticas, teniendo la idea de hacer una comedia sobre si los hombres y las mujeres podrían ser amigos sin que el sexo se interpusiera. Fue así como surgió “Cuando Harry conoció a Sally…”, la que se convirtió en una de las películas de romance más importantes de todos los tiempos. Según contó, fue durante la grabación que Reiner conoció a Michelle Singer, una fotógrafa de Nueva York, con quien al poco tiempo se casó, lo que lo llevó a cambiar el final de la cinta, pues en una versión preliminar Harry y Sally se separan.

“Cuando Harry conoció a Sally”, con Billy Cristal y Meg Ryan.

Al año siguiente tomó la novela de Stephen King “Misery” y la llevó a la pantalla con las actuaciones de Kathy Bates y James Caan. Luego vendrían “Cuestión de Honor”, un drama judicial protagonizado por Jack Nicholson y Tom Cruise que le valió una nominación al Oscar por Mejor Película; y “Mi querido presidente”, en donde Michael Douglas interpreta a un jefe de Estado viudo que se enamora de una lobista.

Como actor, siempre siguió apareciendo en películas como “El lobo de Wall Street”, y en series televisivas como “New Girl”. Este año hizo una aparición en la cuarta temporada de “El Oso”.

Rob Reiner tuvo una larga carrera como actor. En 2012 fue parte de “El lobo de Wall Street”.

Este año, cuando se preparaba para grabar la secuela de “Spinal Tap”, le dijo al “The New York Times” que para él lo más importante era “su esposa e hijos. Eso es lo más importante para mí. Hay un chiste que dice que nadie en su lecho de muerte piensa que debió pasar más tiempo en la oficina. Nadie dice eso”.

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