La localidad de Rasquera (Ribera d’Ebre) vive una jornada polémica. Los vecinos del municipio deciden este martes mediante un referéndum vinculante si el Consistorio cede terrenos para cultivar marihuana. El proyecto de plantar cannabis seguirá adelante si es apoyado, como mínimo, por el 75% de la población. La iniciativa se enmarca en un plan anticrisis para sanear las cuentas del Ayuntamiento, uno de los municipios más endeudados de Cataluña.
Los cultivos a gran escala de la droga se destinarán a los 5.000 socios del club de autoconsumo ABCDA, que pagará 1,3 millones de euros en dos años al Consistorio. Además, se crearán 40 puestos de trabajo directos e indirectos. En cambio, si los vecinos de Rasquera rechazan el proyecto, será un duro revés para el equipo de gobierno, que hace tres semanas se desvinculó de ERC para alejar la polémica del partido independentista.
El alcalde, Bernat Pellisa, anunció que, de ser así, dimitirán los cuatro concejales del grupo municipal en bloque, dejando el municipio en manos de la oposición, formada por tres regidores de CiU que se oponen tajantemente a la iniciativa. La decisión final la tienen los 804 vecinos mayores de edad empadronados en Rasquera, quienes pueden votar hasta las nueve de la noche en el centro cívico de la población.
Siempre lo supimos, tuvimos todas las señales, pero algo, quizás esa autocomplacencia de creernos impolutos y “no como nuestros vecinos”, nos impidió hablar claro, detener la corrupción y actuar como decimos que hay que actuar.
"Con la publicación de esta resolución, las familias del país, de Arica a Los Lagos recibirán la restitución de los cobros erróneos, de manera automática, en sus cuentas de luz a partir del mes de enero de 2026”, recalcó Alvaro García.
El presidente electo recordó que "hemos planteado un corredor humanitario para las personas que están de manera irregular, para que puedan volver a su patria".