Un político austriaco, que no ha sido identificado, ha pedido una indemnización de algo menos de 20.000 euros tras haber sido «cazado» por una cámara mientras tenía relaciones sexuales en un bosque.
El hombre considera que las imágenes registradas por el dispositivo, situado lejos de las zonas frecuentadas por las personas y diseñado para registrar la flora y fauna en la región de Carintia, violan su intimidad, informa el británico «The Telegraph».
Expertos legales dicen que la cámara contraviene las leyes austríacas que restringen el uso de cámaras de vigilancia. Hans Zeger, presidente de Argen Daten, una ONG especializada en la protección de datos, dijo que se necesita un permiso oficial para colocar la cámara, y que «lo mínimo es que se marquen con señales las zonas videovigiladas para que los visitantes puedan adaptar su comportamiento o evitar las áreas monitoreadas».
Sin embargo, la Sociedad de Caza Carintia, la organización que coloca la cámara, defendió el uso de los equipos de espionaje.
Sigue leyendo acá….
