Cientos de israelíes se manifestaron hoy frente a la prisión de Ofer, entre Jerusalén y Ramala, contra la puesta en libertad el martes de 26 presos palestinos, en la segunda fase acordada dentro de las actuales negociaciones de paz entre el Gobierno de Israel y la dirección palestina.
Los manifestantes profirieron gritos contra la excarcelación, que beneficiará en varias etapas sucesivas a un total de 104 reos que se encuentran en prisión con anterioridad a la firma de los acuerdos de Oslo de 1993.
Algunos participantes portaban fotografías de víctimas israelíes de ataques palestinos junto a pancartas en las que se leía “Bibi, no hables con terroristas” o “Bibi, paraliza la liberación de presos”, en referencia al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cuyo Gobierno aprobó ayer la puesta en libertad de ese nuevo grupo de 26 reclusos.
Los asistentes intentaron formar una cadena humana alrededor de la prisión mientras gritaban “La sangre judía no se abandona”, aunque el fuerte despliegue de seguridad impidió que pudieran rodear por completo el recinto penitenciario.
Los organizadores de la concentración, convocada por la asociación israelí de víctimas del terrorismo Almagor, anunciaron que mañana presentarán un recurso contra la liberación de los presos, cuya salida de prisión está prevista entre la medianoche del martes y la madrugada del miércoles.
El Servicio israelí de Prisiones publicó la pasada madrugada la lista de 26 presos que dejará en libertad, dentro de los gestos de buena voluntad acordados por el Gobierno israelí para que los palestinos aceptasen volver a la mesa de negociaciones.
La totalidad de los excarcelados cumplen condena desde antes de la firma de los acuerdos de Oslo y fueron declarados culpables por tribunales israelíes de delitos de asesinato.
Cinco de ellos tienen acumuladas otras condenas por intento de asesinato y daños físicos a otras personas.
Según la lista, veintiuno de los reclusos son naturales de Cisjordania y cinco de la franja de Gaza, aunque se desconoce por el momento si su regreso será al lugar en el que residían antes de ser detenidos.
En el pasado, Israel llegó a condicionar la excarcelación de algunos reos palestinos a que permanecieran en la franja, con el fin de evitar su regreso a actividades hostiles.
En un comunicado difundido por la oficina del primer ministro, Israel advirtió de que, “si alguno de los presos regresa a actividades hostiles, volverá a cumplir lo que le quede de condena”.
El protocolo de liberación de reclusos establece que, tras la publicación de la lista, la ciudadanía israelí en general tiene un plazo de 48 horas para apelar ante el Tribunal Supremo, aunque los jueces no han bloqueado hasta ahora resoluciones gubernamentales de este tipo