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30 de Octubre de 2014

Brasil: pelea entre la micro y la macro economía

Simplificando, se puede decir que este domingo, los brasileños tuvieron que elegir entre un candidato preocupado por la macroeconomía y una candidata preocupada por la microeconomía. Es decir, un Aécio Neves preocupado por el crecimiento y una Dilma Rousseff preocupada por la distribución de la riqueza. Por las políticas pasadas y la situación socioeconómica de millones de electores, ésa última ganó.

Por Sebastian Dube
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Sebastian Dube es Doctor en Ciencia Política por la Université de Montréal. Sus áreas de investigación son las relaciones internacionales en América Latina, democracia y regímenes políticos, globalización, elecciones y opinión pública. Director del Programa de Bachillerato en Ciencias Sociales y Humanidades UDP.

La macroeconomía brasileña muestra señales de luces y de sombras. El desempleo oficial está por debajo del 6% pero hay problemas importantes de inflación y de gestión general de los fondos públicos. Quien se preocupa, como observador o votante, de la balanza comercial, de la tasa de crecimiento y de la corrupción tenía varias razones de opinar o desear que lo mejor para Brasil era un cambio. Un cambio como el propuesto por el Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB, centro-derecha) de Aécio Neves.

Pero la microeconomía, para llamarlo así, también cuenta mucho electoralmente. Sobre todo en un país enorme donde convive lo mejor y lo más avanzado con lo peor de América Latina en términos sociales y económicos. Lo peor como la miseria extrema, el analfabetismo y la desnutrición aun en un país líder mundial en agroindustria.

Simplificando, se puede decir que este domingo, los brasileños tuvieron que elegir entre un candidato preocupado por la macroeconomía y una candidata preocupada por la microeconomía. Es decir, un Aécio Neves preocupado por el crecimiento y una Dilma Rousseff preocupada por la distribución de la riqueza. Por las políticas pasadas y la situación socioeconómica de millones de electores, ésa última ganó.

¿Cómo explicar tal resultado? Se puede plantear que para tener preocupaciones globales y macroeconómicas como las que planteaba Aécio Neves, hay que haber comido (idealmente todos los días de su vida), tener una vivienda estable y sus hijos en el colegio y con acceso a servicios de salud. Ahora, esas bases de la vida cotidiana se han hecho más posibles y consolidadas para decenas de millones de brasileños durante los últimos 12 años, correspondiendo al tiempo en el cual el Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma Rousseff ha estado en el poder.

Según las fuentes y las metodologías, se estima que en dicho periodo, entre 30 y 50 millones de brasileños salieron de la miseria o de la pobreza. O sea, más o menos tres veces la población de Chile. En términos concretos, se puede decir que decenas de millones de individuos tuvieron un mejoramiento sustantivo de sus condiciones de vida durante el gobierno del PT. Un cambio tan enorme como rápido que se explica por una combinación de factores: el resultado de las reformas previas, el aumento del valor de las exportaciones y también una serie de políticas sociales destinadas hacia los sectores más vulnerables.

Por supuesto, uno puede cuestionar hasta qué punto ese modelo de políticas es moral y financieramente viable. Como los bonos de los Gobiernos chilenos, esas políticas pueden crear dependencias. A veces son asistencialistas y no provocan cambios estructurales de largo plazo. También, por lo mismo son costosas y su mantenimiento causa importantes presiones fiscales sobre todo cuando el crecimiento es lento o inexistente.

Por las mismas preocupaciones, u otras menos dignas de mencionar, los Gobiernos anteriores hicieron poco para mejorar las condiciones de vida, en términos micro, de estos sectores. Por lo mismo, sorprende poco que dichos sectores hayan apoyado a Rousseff masivamente. Entre dos opciones vistas como igual de corruptas e ineficientes, votaron por quienes hicieron más por ellos. Cuándo estén convencidos de que nunca podrán perder lo que obtuvieron, podrán empezar a tener otras preocupaciones y podremos ver resultados electorales distintos.

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