Sin duda, su acción fue valiente y temeraria. Al ver que una mujer era encañonada con un arma, un soldado se aproximó sigilosamente al secuestrador y lo redujo con una llave maestra a quema a ropa. El problema es que no se trataba de un secuestro real, sino que de la filmación de una película en Rusia.
De inmediato la gente del backstage corrió a explicarle al soldado que el secuestro no era real, mientras el actor Pavel Priluchnly yacía en el suelo adolorido. El hecho quedó registrado en un video y ha sido ampliamente difundido por las redes sociales.