Era uno de los hombres fuertes de la industria pornográfica. Pero su reino, concentrado en la productora Puta Locura, estaba basado en una serie de abusos sexuales, trata de personas, difusión de pornografía infantil y maltratos. Por eso Ignacio Allende, más conocido como Torbe, enfrenta a la justicia en España y podría ser castigado con varios años de cárcel.
El diario El País recogió el testimonio de dos jóvenes que estuvieron en la “corte del rey del porno” y que fueron testigos de estas horribles prácticas. Isabel, una de las entrevistadas, cuenta que llegó a trabajar por 77 mil pesos. “Al principio me trataba bien. Pero luego como ya no le servía porque me tenía explotada me fue arrinconando. Me empezó a tratar mal. Seguía yendo a los bukakes (escenas donde un grupo de hombres eyacula sobre una mujer) como mamporrera (estimulando a los hombres) detrás de las cámaras”.

Inés cuenta que en un momento llegaron a trabajar unas mujeres ucranianas que no conocían el idioma y que no sabían lo que iban a hacer. “Mila, una mujer que hablaba su idioma, no las dejaba parar cuando lo pedían. Querían que las chicas lo pasaran mal, que tuvieran cara de sufrimiento. Que llorasen”, cuenta. Relata que los camarografos iilmaban incluso cuando estas iban asqueadas a vomitar al baño y a llorar.
“A las chicas españolas las tenía haciendo de mamporreras -preparan a los hombres entre bambalinas antes de salir con las chicas-. Era un olor insufrible, y un calor terrorífico. Todo por 50 euros. Era asqueroso. Hacía dos a la semana y así podía tener un pequeño sueldo fijo. A nosotras nos daban a entender que lo que se grababa ahí era para una productora rusa. Pero luego los vídeos no los veíamos subidos a ninguna parte. Creo que simplemente los vendían a un particular”, cuenta una de las entrevistadas.
Torbe también obligaba a las mujeres a tener sexo con él en su casa y que no había higiene para prevenir enfermedades. “A mi me contagió Clamida, una enfermedad de transmisión sexual”, contó Inés.