Ante la baja de fumadores, la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), realizó un estudio para ver de qué manera influía el consumo de cigarro electrónico para que las personas dejaran ese hábito.
Según la investigación, entre 2014 y 2015 la tasa de abandono del cigarro común y corriente aumentó de 4,5% a 5,6%. En esa misma fecha, indican, se popularizó el uso de los cigarros electrónicos en la población de Estados Unidos, explicó Shu-Hong Zhu, autor del estudio y director del Centro de Investigación e Intervención en el Control del Tabaco de la Universidad de California en San Diego.
En esa línea, las personas que probaron cigarros electrónicos durante 12 meses fueron significativamente más propensas a dejar de fumar cigarros tradicionales, en comparación a años anteriores. En concreto, 350.000 fumadores dejaron el hábito.
En el estudio se consideró que los fumadores habían renunciado al vicio si es que habían pasado tres meses sin fumar un cigarro tradicional.
De todas formas, los resultados de la investigación tiene al mundo científico dividido en dos.”Es absolutamente claro que los cigarrillos electrónicos ayudan a los fumadores a reemplazar los cigarrillos”, dijo Peter Hajek, director de la unidad de investigación de salud y estilo de vida de la Universidad Queen Mary de Londres, que no formó parte del nuevo análisis. Por su parte, Aruni Bhatnagar, director del Centro de Investigación y Adicción al Tabaco de la Asociación Americana del Corazón, dijo: “Simplemente no sabemos si el traslado al e-cigarrillo es lo suficientemente bueno como para reducir el daño”.
En 2015, alrededor de 36,5 millones de estadounidenses de 18 años o más fumaban, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de ese país. Esa cifra presentaba al 15% de la población en ese momento. En 2005, el número de fumadores era el 21%.
