Este sábado se confirmó la muerte de Archie Battersbee, un niño británico de 12 años, que quedó en coma tras participar de un reto viral en TikTok, y cuyo caso abrió una batalla legal por su desconexión a las máquinas que lo mantenían con vida.
El pequeño fue encontrado inconsciente en su casa en abril de este año. Los padres creen que el hecho ocurrió a consecuencia del denominado desafío del desmayo, acción sumamente peligrosa y que ha tenido consecuencia fatales en varios lugares del planeta.
Battersbee fue trasladado hasta el Royal London Hospital, recinto en donde se le detectó la muerte del tronco encefálico. Con este antecedente, los médicos señalaron que no era conveniente que el niño siguiera conectado a máquinas para seguir con vida.
La familia de Archie se opuso a este diagnóstico y recurrió a diversas instancias legales para revertir la desconexión. Para ello presentaron recursos ante los tribunales británicos, los que fueron desestimados. En última instancia llegaron hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que declaró que no ”interferiría con las decisiones de los tribunales nacionales para permitir que procediera la retirada del tratamiento de soporte vital”.
El hospital también se mostró en desacuerdo en trasladarlo hasta un hospicio para cuidados paliativos, al considerar que el estado de salud del niño era tan grave que cualquier movimiento podría complicar aún más su situación, con un sufrimiento adicional para él.
“Quiero decir que soy la madre más orgullosa del mundo. Fue un niño precioso. Luchó hasta el final y estoy tan orgullosa de ser su madre”, señaló Hollie Dance, madre del menor de edad, en las afueras del recinto médico.
Ella Carter, una amiga de la familia, aseguró que Archie permaneció estable “durante dos horas” hasta que se le retiró completamente el respirador. “No hay ninguna dignidad en ver cómo se asfixia un familiar o a un niño”, dijo.
