Un estudio elaborado por dos organismos británicos y publicado esta jornada estimó que en 12 ciudades de Europa 2.300 personas murieron entre el 23 de junio y el 2 de julio por la ola de calor que aqueja al hemisferio norte. Paralelamente, el mismo fenómeno en la última semana dejó a más de 10.000 personas hospitalizadas en Japón, evidenciando los serios problemas por altas temperaturas.
El análisis del Imperial College y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres consideró a las ciudades europeas según factores como su tamaño, ubicación diversa y la emisión de alertas por calor. De tal manera, las elegidas fueron Madrid, Barcelona, Lisboa, París, Londres, Frankfurt, Milán, Roma, Sassari (Cerdeña), Atenas, Budapest y Zagreb.
Según los cálculos del estudio, las temperaturas extremas fueron provocadas por el cambio climático, donde las muertes se triplicaron por el actuar del ser humano. Incluso, se estima que habrían sido unas 1.500 muertes menos si el clima no se hubiera calentado por la quema de combustibles fósiles. Esta cifra se traduce en que el cambio climático es responsable del 65% del exceso de muertes registrado.
“Este estudio demuestra por qué las olas de calor se conocen como asesinos silenciosos. Si bien se han reportado algunas muertes en España, Francia e Italia, se estima que miles de personas más hayan fallecido a causa de las temperaturas abrasadoras, y sus muertes no se registrarán como relacionadas con el calor”, indicó el profesor adjunto de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Malcolm Mistry.
Japón y su cifra récord
Por su parte, la ola de calor en el hemisferio norte generó que por primera vez en su historia la Agencia nacional de Bomberos y Gestión de Desastres de Japón superara la barrera de los 10.000 hospitalizados a raíz de las altas temperaturas en solo una semana. De la misma manera, ocho personas fallecieron en el mismo lapso de tiempo.
Entre los internados, cerca del 60% tenían 65 años o más, mientras que alrededor de un 40% del total sufrió un golpe de calor en su viviendo u otros entornos residenciales, demostrando lo peligroso del fenómeno a pesar de estar en un lugar a resguardo.
Autoridades instan a la población a utilizar aire acondicionado para evitar la amenaza del calor que destaca por ser extremadamente húmedo en la nación del sol naciente. Dicha situación meteorológica dificulta la secreción de sudor, que es clave para reglar de forma natural la temperatura corporal. Asimismo también recomiendan la hidratación frecuente y establecer descansos en caso de trabajar al aire libre.
