Una ola de calor extrema está afectando a Europa, sobre todo al sur del continente, la cual ha dejado récords históricos de temperatura que superan los 40 grados.
Mientras millones de personas se siguen preparando para días de temperaturas peligrosas esta semana, expertos dan cuenta del motivo por el que ocurre este fenómeno: se trata del denominado Domo de Calor.
Este fenómeno es un área de aire a alta presión en la atmósfera que se queda atrapada sobre una región debido a que la dinámica atmosférica a su alrededor le impide moverse.
Su funcionamiento se asemeja a lo que sucede cuando se tapa una olla hirviendo. El sistema de alta presión atrapa aire caliente debajo de él, que se calienta y se comprime para formar una cúpula o domo de aire. Esto intensifica el calor en la zona afectada e impide la formación de nubes, lo que permite que llegue aún más radiación solar al suelo, aumentando la sensación térmica.
El fenómeno da lugar a días claros y soleados, y a condiciones de calma con poco viento refrescante, el cual se acumula con el tiempo. Mientras más tiempo permanezca el domo sobre una zona, más absorberán y retendrán el calor las superficies oscuras situadas debajo, como carreteras y edificios, y más se secará el suelo.
Al igual que pasa en Chile en el verano, también aumenta la probabilidad de incendios forestales al secar la vegetación.
Estos sistemas pueden durar días o semanas. Los pronósticos apuntan a que éste se disipará en unos días, lo que ocurre cuando otro sistema meteorológico aleja al de altas presiones, como una tormenta o uno de bajas presiones que enfríe la zona.
¿El Domo de Calor en Europa se da por el cambio climático?
La respuesta a esta pregunta es ambigua. Si bien estos fenómenos no son un nuevo tipo de patrón meteorológico, científicos aseguran que se necesitará de un estudio más detallado para confirmar si es que el que actualmente experimenta Europa Occidental tiene relación con el cambio climático.
Lo que sí ya está confirmado por científicos es que el cambio climático está haciendo que las olas de calor sean más intensas, frecuentes y generalizadas; lo cual podría aportar a las temperaturas extremas que países como España, Portugal, Francia e Italia están viviendo.
De hecho, Europa es el continente que más rápido se calienta a nivel global, haciéndolo el doble de rápido que la media mundial.
