El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó esta jornada al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) a rendirse ante Israel en la Franja de Gaza, región que se encuentra afectada por una brutal hambruna. El llamado se da en el marco de una reunión entre su enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
“La forma más rápida de acabar con la crisis humanitaria en Gaza es que Hamás se rinda y libere a todos los rehenes“, escribió el mandatario en un mensaje difundido a través de Truth Social, su propia plataforma.
La reunión celebrada en suelo israelí, la primera en casi tres meses, se realizó en un intento por salvar las conversaciones de tregua en Gaza junto con abordar la crisis humanitaria. Asimismo se discutió la liberación de 50 rehenes —varios de ellos ya muertos— que se mantienen secuestrados por Hamás en la Franja de Gaza desde el estallido del conflicto el 7 de octubre de 2023.
Si bien no se dieron mayores detalles respecto del encuentro, Trump, Witkoff y Netanyahu culpan el estancamiento de las conversaciones a la “intransigencia” de Hamás a la hora de negociar con la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto.
Además, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció sanciones contra funcionarios de la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina, abogando que estos grupos estaban socavando los esfuerzos de paz. Este último giro diplomático de Washington es una clara señal para respaldar a Israel ante los palestinos y se distancia de sus aliados europeos.
Witkoff, acompañado del embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, viajará a Gaza para examinar instalaciones y reunirse con los palestinos, de tal forma desarrollar un plan para entregar alimentos y ayuda.
“El enviado especial y el embajador informarán al presidente inmediatamente después de su visita para aprobar un plan final para la distribución de alimentos y ayuda en la región”, informó Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
Las conversaciones indirectas sobre un alto el fuego entre Israel y Hamás en Doha terminaron en un punto muerto a la semana pasada, con las dos partes culpándose una a la otra. Con diferencias importantes como la forma de la retirada militar israelí, no aparecen salidas próximas al conflicto.