El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la revocación de al menos seis visas a ciudadanos extranjeros que, presuntamente, “celebraron” el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. La medida, divulgada a través de una publicación en la red social X —coincidiendo con el cumpleaños del fallecido—, forma parte de una política de sanción a quienes emitieron declaraciones públicas tras su muerte.
“Estos son solo algunos ejemplos”, afirmó la agencia, que además aseguró que “continúa identificando a titulares de visas que celebraron el atroz asesinato de Charlie Kirk“. La política ha generado preocupación entre juristas y defensores de derechos civiles, quienes cuestionan su legalidad bajo el amparo de la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión.
La medida llega horas después de que la esposa de Kirk, Erika Kirk, recibiera en su honor la Medalla Presidencial de manos de Donald Trump.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ya había anticipado en septiembre que el gobierno “con toda seguridad ha estado negando visas” a personas que expresaron públicamente apoyo ante el crimen. Por su parte, el subsecretario Christopher Landau informó que se instruyó a funcionarios consulares a monitorear redes sociales en busca de mensajes que “elogien, justifiquen o resten importancia” a la muerte de Kirk.
Hasta el momento, se desconoce cuántos funcionarios participan en esta vigilancia digital ni si los casos mencionados representan la totalidad de las revocaciones. Entre los ejemplos citados por el Departamento se encuentra un ciudadano argentino que supuestamente escribió que Kirk “merece arder en el infierno“, además de un sudafricano que se burló de los dolientes y un paraguayo que expresó: “Charlie Kirk era un hijo de pu** y murió bajo sus propias reglas“.
También fueron revocadas las visas de un ciudadano mexicano, uno brasileño y uno alemán.
“El presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio defenderán nuestras fronteras, nuestra cultura y a nuestros ciudadanos haciendo cumplir nuestras leyes de inmigración”, afirmó el Departamento. “Los extranjeros que se aprovechen de la hospitalidad estadounidense mientras celebran el asesinato de nuestros ciudadanos serán expulsados“.