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Operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela: el plan oculto aprobado por Trump

El mandatario habilitó a la agencia de inteligencia a ejecutar acciones letales y otras operaciones secretas.

En un giro que intensifica la presión de Estados Unidos sobre el régimen venezolano, la administración de Donald Trump autorizó secretamente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela. Así lo reveló una investigación de The New York Times, citando a funcionarios estadounidenses bajo condición de anonimato.

La autorización de Trump —conocida en el ámbito de inteligencia como una “presidential finding” o hallazgo presidencial en español— habilita a la CIA para ejecutar acciones letales y otras operaciones secretas en Venezuela y en la región del Caribe. Según el Times, estas maniobras podrían ser llevadas a cabo de forma independiente o como parte de una operación militar mayor.

Esta nueva medida se enmarca en la estrategia diseñada por el secretario de Estado, Marco Rubio, junto con el director de la CIA, John Ratcliffe. La meta declarada de esta campaña es derrocar al presidente Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos ha acusado reiteradamente de violaciones a los derechos humanos y vínculos con el narcotráfico.

Ratcliffe no ha entregado mayores detalles respecto a que acciones adoptará en Venezuela, pero ha prometido en oportunidades anteriores que bajo su mandato la CIA será más agresiva, haciendo que vaya “a lugares donde nadie más puede ir” y haciendo “cosas que nadie más puede hacer”.

La investigación también señala que, paralelamente, el Ejército estadounidense ha incrementado su presencia en la región. Actualmente hay unos 10.000 efectivos en el Caribe, en su mayoría estacionados en Puerto Rico, junto a buques de guerra y submarinos.

Aunque no está claro si la CIA ya ha ejecutado operaciones en Venezuela bajo esta nueva autorización, el contexto apunta a una posible escalada. La decisión llega después de que Trump ordenara el fin de las negociaciones diplomáticas con Maduro, frustrado por la negativa del mandatario venezolano a abandonar el poder.

Este movimiento representa un cambio significativo en la política exterior estadounidense hacia América Latina, con implicaciones geopolíticas de largo alcance.

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