El Gobierno de Estados Unidos anunció la suspensión inmediata de todas las solicitudes de inmigración provenientes de 19 países catalogados como “de preocupación“, en concordancia con una proclamación presidencial emitida en junio.
La medida quedó formalizada a través de un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), que instruye una pausa generalizada mientras se lleva a cabo una evaluación exhaustiva de los procesos vigentes.
De acuerdo con el documento, el USCIS detendrá “las solicitudes de beneficios pendientes” para ciudadanos de Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
El texto precisa que la suspensión aplicará “independientemente de la fecha de ingreso” al país y que también se revisarán todas las residencias permanentes ya otorgadas a personas originarias de esos territorios.
La pausa, sin embargo, no se limita a estas nacionalidades. El memorando ordena que se congelen también todas las solicitudes de asilo, sin distinción de origen.
La “revisión integral” a países por parte de Estados Unidos
La semana pasada, el director de USCIS, Joseph Edlow, informó que el Gobierno paralizaba la toma de decisiones en materia de asilo “hasta que podamos garantizar que cada extranjero sea investigado y examinado al máximo nivel posible“, una declaración que marca el tono del giro más amplio en materia migratoria.
La “revisión integral” exigida incluirá entrevistas adicionales y evaluaciones reforzadas para detectar eventuales “amenazas a la seguridad nacional y a la seguridad pública“. Este proceso se aplicará especialmente a quienes ingresaron a Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2021, fecha de la investidura del presidente Joe Biden.
La publicación del memorando coincide con la conmoción generada por el reciente tiroteo en Washington que costó la vida a una integrante de la Guardia Nacional y dejó a otro soldado herido. El sospechoso, un ciudadano afgano que colaboró con las Fuerzas Armadas estadounidenses en su país de origen, había sido reasentado en el estado de Washington durante el Gobierno de Biden y posteriormente obtuvo asilo bajo la administración de Donald Trump.