“En días recientes ha estado ampliamente presente en los medios el debate en torno a las circunstancias en que se efectuó el voto político en el pasado Consejo General de mi partido, Renovación Nacional, y si acaso sus definiciones son vinculantes con el sufragio en sala de los parlamentarios RN.
Mi interés ulterior, más allá de la necesaria aclaración del Tribunal Supremo, es hacer un llamado de atención a la dirigencia y a los militantes a no perder la esencia del partido. Esta no es una lucha entre liberales y conservadores, sino una batalla de largo aliento por valorar nuestra diversidad histórica.
Esta colectividad, que nació como una alternativa democrática de centroderecha en tiempos convulsionados, tuvo desde un comienzo una diversidad única. En el plebiscito de 1988, mientras muchos de los fundadores llamaron a votar por el Sí, otros militantes, como el propio Sebastián Piñera, anunciaron que votaría por el No. También desde los albores hubo visiones conservadoras y liberales que pudieron convivir bajo un mismo ideal de país.
Si uno hace el ejercicio de preguntar a politólogos o ciudadanos comunes qué representa Renovación Nacional, una de las frases más repetidas será la diversidad, y es eso lo que debemos resguardar como el ADN del partido.
Por esas mismas razones duele ver cómo algunos conductores transitorios del partido pretenden imponer una sola postura, a ratos de ideologismo excesivo, por sobre la diversidad que nos permitió llegar incluso a tener a uno de los nuestros en la Presidencia de la República.
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