“Yo creo que la única posibilidad es que la presión de la gente ayude a que se llegue a una nueva Constitución. Presión ojalá pacífica, porque más pasa el tiempo y más veo que si vamos por este camino se amenaza la paz social, porque hay varias posibilidades y una de ellas es que haya un golpe de Estado”
De esta manera, el obispo de Aysén, Luis Infanti, aseguró que es urgente avanzar hacia cambios constitucionales que contengan el malestar de la ciudadanía.
“Chile es un país vendido, porque hay una Constitución que lo permite, que es un signo de un modelo que está marginando, expulsando gente del bien común”, agregó Infanti en entrevista a radio ADN.