El sacerdote Gerardo Joannon envió una carta a El Mercurio publicada este domingo, en la que señaló: “la razón de mi actuar ha sido invariablemente el proteger la vida”.
“Sin embargo, el sufrimiento en que se encuentran algunas personas es algo que me golpea y solidarizo profundamente con ellas. Pido perdón si algunas de mis acciones generaron y siguen generando dolor durante tantos años a los afectados”, escribió.
Además agregó: “colaboraré para que en las instancias que correspondan -sean organismos eclesiásticos o judiciales- se puedan esclarecer los hechos”.
Asimismo, lamentó “profundamente que se haya difundido en los medios de comunicación aquella frase desafortunada, pero fui sorprendido en el patio de mi casa”, refiriéndose a su declaración de no colaborar con la investigación.
“Claramente, soy el primer interesado en que todo se solucione, y para eso ofrezco mi total disposición a colaborar. Espero que se conozca la verdad para que todos podamos encontrar la paz que buscamos”, finalizó.