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Salamanca alcanza acuerdo con Los Pelambres por uso de aguas del río Choapa

El acuerdo considera una alianza con la minera para desarrollar el proyecto correspondiente a una planta desalinizadora, cuyo uso será definido por una comisión de trabajo, que reunirá a los actores sociales y productivos de la zona.

Los habitantes de la comunidad de Salamanca llegaron hoy a un acuerdo con la Minera Los Pelambres, con la que mantenían un conflicto por el uso del agua del río Choapa y que se comprometió a elaborar un proyecto de una planta desalinizadora.

Según un comunicado oficial, el gobernador de la provincia de Choapa, Patricio Trigo, junto a parlamentarios y el alcalde de Salamanca, Gerardo Rojas, lograron terminar una disputa por la que algunos habitantes tenían bloqueadas vías desde hace 15 días en demanda de una solución.

Trigo valoró que las partes llegaran a un consenso al señalar que “la decisión del Gobierno es siempre buscar el diálogo, siempre poder estar presente en estas situaciones como garantes para lograr acuerdos que vayan en beneficio de nuestra gente”.

En tanto, el dirigente de las comunidades, Ismael Maldonado, se mostró contento e hizo un llamado a la gente a volver a sus hogares, “que vuelvan a descansar, que se despejen las rutas y a celebrar este acuerdo con tranquilidad”.

Entre otros puntos, el acuerdo considera una alianza con la minera para desarrollar el proyecto correspondiente a una planta desalinizadora, cuyo uso será definido por una comisión de trabajo, que reunirá a los actores sociales y productivos de la zona.

El acuerdo se logró 48 horas después de que la Justicia ordenara a la misma empresa, perteneciente a Antofagasta Minerals, brazo del grupo Luksic, demoler el depósito de desechos “El Mauro”, de la citada mina, situado en la comuna de Caimanes, vecina a Salamanca.

El fallo se enmarca en una batalla judicial que por varios años han librado ambas comunidades, en la región de Coquimbo, contra Los Pelambres, a la que acusan de haberla despojado del agua que han utilizado siempre para ellos, sus animales y sus cultivos.

El conflicto se enmarca en un período de sequía en la zona que se arrastra desde hace unos ocho años.

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