El pasado 6 de diciembre, Luis Pérez publicó en Facebook un mensaje dirigido a su ex jefa Sonia Soto Agüero donde la criticaba porque “no nos estaban pagando nuestras horas extras” y “se nos estaban pasando a llevar nuestros derechos”. Es por eso que, como cualquier mortal, no dudó en hacer sus descargos en la red social.
Lo que él no esperaba es que tras enterarse de esta situación, Sonia acudió a los tribunales de justicia donde demandó a su ex empleado por daños a su honra y a su integridad, pese a que en el texto no figuraban improperios en su contra.
Incluso, el mismo Luis tenía las pruebas que acreditaban su inocencia, ya que las malas palabras no fueron escritas por él sino por quienes comentaron la publicación.
A pesar de esto, la acción judicial de Soto fue acogida por la Corte de Apelaciones de Valdivia, y por fallo unánime dictó que “cualquier opinión que le asiste al recurrido en un medio masivo como la red social Facebook, dicha facultad tiene como límite el respeto a la vida privada y honra de las personas“, por lo que tuvo que borrarlo, ya que “expresiones orientadas a denunciar infracciones de naturaleza laboral deben ser conocidos y acreditados y juzgados por los tribunales”.
