“¡Animal corrupto, culiado de mierda, es una ley de empresarios (…) hoy la pesca artesanal está sufriendo la crisis más grande a nivel social!“. De este calibre fueron los gritos que enfrentó Pablo Longueira, ex ministro de Economía, cuando salió de su declaración de tres horas y media, ante la fiscal Ximena Chong.
Los gritos, de acuerdo a Radio Bío-Bío, son de Guillermo Solís, quien aseguró pertenecer a una ONG que apoya a los pescadores artesanales. Solís habría intentado acercarse a las puertas de la Fiscalía Centro Norte, para golpear a Longueira con un letrero. El dirigente gremialista regresó al interior de las dependencias del Ministerio Público y momentos después salió acompañado de un grupo de 6 personas, posiblemente “guardaespaldas improvisados”.
La declaración de Longueira se da en el marco del caso Corpesca, donde se investiga la presunta comisión de delitos de cohecho en la redacción de la ley de pesca, también conocida como “Ley Longueira”, en la que el también ex senador declaró en calidad de testigo.
La pesquera habría entregado dinero a algunos legisladores mientras se discutía su articulado, y uno de los que ha reconocido irregularidades (pero no delitos) es el senador Jaime Orpis, renunciado a la UDI y desaforado por la Corte de Apelaciones.
