¿A quién no le ha pasado? Aunque quizás es más común que a alguien le falte plata para comprar algo, en otras oportunidades el problema es justamente que sobran -al menos en ese momento- un par de monedas y el vendedor no tiene vuelto. Y cuando la diferencia es de 10 0 50 pesos, generalmente para concretar la compra el consumidor termina resignándose y yéndose sin su vuelto.
Tomando esto en cuenta, el diputado del PS, Leonardo Soto, presentó una moción para que en caso de que existiera este tipo de diferencias y el vendedor no tenga vuelto, este deba redondear el precio de su producto en beneficio del consumidor.
“Se trata de una situación de común ocurrencia, en particular cuando el precio final tiene una suma inferior a $10, que se resuelva en contra del consumidor, diciendo el proveedor ‘le quedo debiendo el vuelto’, cobrando de más o incluso dando como compensación un ‘dulcecito’”, explica Soto.
El texto de la iniciativa dice: “En todos aquellos casos en los que el proveedor carezca del circulante necesario para entregar el vuelto exacto en relación a la oferta realizada, deberá ajustarse el precio final de venta del bien o servicio a la cantidad inmediatamente inferior que permita cerrar el precio en un múltiplo de $10“.
En la moción se explica que todos los lugares en los que se efectúen cobros será obligatoria la exhibición de esta norma. El proyecto deberá pasar a la Comisión de Economía de la Cámara y empezar así su largo trecho por el Congreso.
