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Recién nombrado subsecretario no asumirá su cargo tras acusaciones de plagio

Pese a todo, José Viacava –a través de un comunicado- indicó que “se trató de una simple disputa entre académicos (…) siempre he tenido y mantengo la convicción de mi absoluta inocencia en los hechos”. Se mantendrá como jefe del Departamento de Fortalecimiento y Gestión Regional de la Subdere, hasta que el gobierno determine algo distinto.

La tranquilidad tras el nombramiento de José Viacava (PR) como nuevo subsecretario general de gobierno duró tan sólo un par de horas, hasta que La Tercera reveló que un sumario de la Universidad Diego Portales derivó en su destitución a causa de “apropiación indebida de trabajos de investigación”.

Los mensajes comenzaron a sucederse y la recién nombrada autoridad indicó que el gobierno estaba al tanto de los antecedentes.

Resulta que la cientista política Beatriz Hernández acusó al también cientista político de “apropiarse y presentar como propio un trabajo de investigación que habían desarrollado en conjunto”.

A última hora, Viacava, según Radio Cooperativa, publicó que éste confirmó su decisión de no aceptar el cargo. En una declaración pública, indica que con esta acción busca evitar “que las escaramuzas, tergiversaciones y especulaciones amparadas en una interesada interpretación de los hechos afecten la gestión del Gobierno, el proyecto político por el cual hemos trabajado y a la Presidenta de la República a quien respeto y admiro profundamente”.

Pese a todo, el cientista político –quien se mantendrá como jefe del Departamento de Fortalecimiento y Gestión Regional de la Subdere, hasta que el gobierno determine algo distinto– enfatizó en su declaración que esta controversia “se trató de una simple disputa entre académicos (…) siempre he tenido y mantengo la convicción de mi absoluta inocencia en los hechos de plagio”.

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La pregunta no es solo qué QUIERE hacer Kast, sino qué PUEDE hacer Kast en un país con una historia reciente de trauma autoritario, con Fuerzas Armadas vigiladas por la memoria, con una sociedad civil alerta y con un sistema político que, aunque erosionado, no está dispuesto a suicidarse sin resistencia.

Foto del Columnista Patricio Fernández Patricio Fernández