El inserto pagado que apareció ayer en el diario la Tercera -donde se recordaba a 46 ex uniformados “caídos” en la dictadura- causó revuelo no sólo en las redes sociales y en organizaciones relacionadas a los Derechos Humanos, sino que también al interior del mismo diario, propiedad del grupo Copesa.
Temprano en la mañana de este domingo, al percatarse de la publicación, los periodistas que estaban de turno mostraron su descontento con el hecho y le hicieron llegar la queja al sindicato de trabajadores pidiendo que se pronunciaran al respecto. El rechazo era generalizado.
Ante la alerta, rápidamente, el sindicato realizó una declaración que fue enviada por correo electrónico a todos los empleados, citando a una reunión para este lunes a las 15:30 horas en la sala de redacción de La Tercera para definir un camino a seguir.
Esta tarde, el presidente del sindicato, Pedro Aguilera -recientemente electo-, leyó la declaración frente a periodistas, fotógrafos y diseñadores de ese diario y de La Cuarta, criticando la decisión de la plana ejecutiva de publicar un inserto de ese tipos, sobre todo, en un día como el 11 de septiembre.
“A los que ejercemos el periodismo cada día nos resulta inconcebible que nuestro diario se preste para publicar ese tipo de propaganda antidemócrata, sólo con el argumento de que se trata de conseguir recursos económicos para el empresa. Esto nos parece más bien estar recibiendo dinero sucio”, cuestionó el sindicato en un comunicado que fue enviado a todos los equipos esta tarde una vez finalizada la reunión.
En el correo explicaron que el mismo inserto fue rechazado por el diario El Mercurio, quienes se negaron a publicar la propaganda argumentando que “podrían generarle consecuencias legales adversas, aunque se haga bajo la forma de una inserción pagada, contratada por terceros”.
En esa línea, la directiva del sindicato liderado por Aguilera aseguró que “resulta inconcebible que unos pocos cabezas calientes insistan en publicitar a los militares y agentes civiles servidores del régimen militar que murieron combatiendo a los pocos se les enfrentaron en 17 años, con la falacia de resaltar la verdad histórica”.
“Reconocemos que no podemos intervenir en la administración de la empresa, sin embargo, insistimos que debe ser más selectiva al acoger ciertas publicidades e insertos que en términos prácticos y legales pueden atentar contra ella misma y ser sujeto de duras complicaciones judiciales”, agregan.
La carta enviada por el sindicato finaliza lamentando que este tipo de hechos “dañen la imagen de sus profesionales” entre los que aseguran se cuentan “personas cuyas familias fueron víctimas del lamentable quiebre institucional de 1973”.
Tras finalizar el encuentro, el sindicato determinó que debían reunirse con el director del diario, Juan Pablo Larraín, y con la plana gerencial, para conversar sobre lo ocurrido y mostrar el rechazo absoluto del equipo y evitar que esto pudiera volver a ocurrir.
