Tomando como base una encuesta hecha por el Servicio Nacional de la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) se investigó los hábitos de consumo de una población entre 12 y 65 años entre 2008 y 2014.
El estudio hecho por la Universidad de Los Andes reveló que en ese periodo el consumo de tabaco había diminuido de 38,6% a 33,1% y que, a la inversa, el de marihuana había aumentado de 2,6% a 4,8%.
Además, agrega que en el caso de los hombres se evidencia un mayor uso de esta droga (pasó de 4,5% a 6,7%), mientras que entre las mujeres la ingesta casi se triplicó en siete años (de 1,2% a 3,3%), según publica El Mercurio.
A ojos del el ex ministro de Salud del gobierno de Piñera, y también académico de esa casa de estudios, Jaime Mañalich, “mientras en los últimos años se han implementado varias políticas tendientes a restringir el consumo de tabaco, como prohibir fumar en lugares cerrados o aumentar impuestos, en el caso de la marihuana hay mayor permisividad”.
“Sin ir más lejos, se está buscando despenalizar el consumo sin atender que la marihuana genera deterioro intelectual o que puede producir cáncer igual que el tabaco”, añadió el experto.