Hugo Dolmestch, presidente de la Corte Suprema, se refirió a la muerte del ex agente DINA Basclay Zapata, quien cumplía condena en Punta Peuco, y pidió más solidaridad para los violadores de derechos humanos.
Según el magistrado, “no debiera nadie, nadie, morir en la cárcel. Tiene que haber algunas conductas que pudieran ser un poquitito más solidarias, un poquitito más benevolentes, misericordiosas para la gente”.
“¿Que han cometido delitos? Sí y por eso ya los castigamos. A nosotros nos corresponderían los beneficios intrapenitenciarios que se hagan efectivos y sean realmente concedidos”, expresó a radio Cooperativa.
En vista de esto, Dolmestch dejó en claro su postura de que los criminales de lesa humanidad reciban este tipo de beneficios, ya que “no tengo ninguna duda de que sí deberían incluirse porque son condenados como cualquier persona y fueron sancionados. El Estado ya ejerció su derecho”.
Por su parte, la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Fries, explicó que la solicitud de indulto presentada por Zapata, quien era llamado “El Troglo” por violar a las detenidas que estaban a su cargo, estaba en proceso.
Fries señaló que Basclay Zapata, que falleció por un cáncer gástrico, “estaba condenado a más de 300 años por la comisión de dos homicidios, cinco calificados, y seis secuestros calificados”.
“Estaba en proceso su petición de indulto y lo que se había hecho fue oficiar al Servicio Médico Legal para que entregara antecedentes”, agregó.
