Tras su declaración como imputado por eventual encubrimiento, el sacerdote Raúl Hasbún habría entregado documentación relevante a la Fiscalía en el marco de dicha investigación.
Según publica Bío Bío, dichos antecedentes podrían no ser sólo del caso por el que está citado Jorge Laplagne, sino que de su labor dentro de la iglesia.
“Cuando una diligencia arroja resultados útiles, que pueden motivar otras (diligencias), obviamente la Fiscalía hace uso de ese mecanismo legal, porque ciertamente puede disponer de diligencias cuyo éxito puede depender de la publicidad de esta diligencia”, señaló el fiscal de Rancagua, Sergio Moya.
Dichos antecedentes quedaron con secreto por cuarenta días.
En paralelo, Hasbún interpuso ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago una querella criminal por injurias graves con publicidad en contra del denunciante de Laplagne, Javier Molina.
