Los diputados de la UDI Juan Manuel Fuenzalida y Cristhian Moreira se lanzaron contra la distribuidora eléctrica CGE, la que rechazó la compra del medidor antiguo a los usuarios, en una de las medidas propuesta por el gobierno para bajar el impacto en las cuentas por la renovación de los medidores inteligentes.
Los gremialistas afirmaron que el gesto de la compañía, la mayor de su rubro en Chile, “muestra una codicia y falta de solidaridad que asombra en estos tiempos, que va en retroceso de las normas implementadas por la mayoría de las empresas nacionales y extranjeras“.
“Las empresas no sólo deben buscar la legítima ganancia, sino que deben ser también un necesario factor de buenas prácticas y de ejemplo de cara al crecimiento justo de los chilenos“, agregaron los parlamentarios.
Tanto Fuenzalida como Moreira afirmaron que este tipo de situaciones “es un caldo de cultivo del socialismo extremo, que lo único que buscan es la regulación extrema que impide el desarrollo del país“.
